GP de Cuba, un gran premio de F1 muy especial

La historia de la Fórmula 1 tiene capítulos desconocidos por el gran público. Antiguamente, los coches eran tan distintos, así como los circuitos y las medidas de seguridad. Es probable que si echaras la vista atrás y vieses la competición de la Fórmula 1, te quedarías con la boca abierta.

Más allá de la temporada oficial, la cual actualmente cuenta con hasta 23 grandes premios, a lo largo del a historia ha habido grandes premios sorprendentes, más allá de que se incluyeran en la temporada oficial, organizada por la FIA.

Precisamente, en este artículo os queremos hablar de un Gran Premio muy peculiar. Peculiar por el lugar en el que se organizó y por el momento en el que se hizo. Hablamos, ni más ni menos, del Gran Premio de Cuba.

¡Como lo oyes! Cuba fue también un país que acogió competiciones de Fórmula 1. Además, fue durante años muy convulsos para el país americano, como fue a finales de 1950, justo antes de la Revolución Cubana llevada a cabo por Fidel Castro.

Por eso, en este artículo os queremos hablar de cómo se llegó a organizar esta competición y algunos de los eventos más importantes del mismo, ¡seguro que os resulta de lo más interesante!

Historia del Gran Premio de F1 de Cuba

A finales de los años 50, el régimen de Batista busca atraer a acaudalados turistas a Cuba, sobre todo provenientes de Estados Unidos. El juego, los cabarets y las playas paradisiacas de la isla eran su principal reclamo.

Es, en 1957, cuando Batista da un paso más para conseguir atraer a este tipo de turistas. ¿Cómo? Convenciendo a pilotos y escuderías de Fórmula 1 para competir en un Gran Premio en La Habana.

La competición se disputó en febrero, en un circuito que discurría por la Avenida Malecón de La Habana, con una longitud de más de 5 Km. por vuelta, en 90 giros.  En total, la distancia recorrida alcanzaba los 500 Km.

La primera cita en Cuba fue totalmente un éxito, aglutinando a los mejores pilotos del momento y a las 3 constructoras más importantes de la competición, como eran Ferrari, Maserati y Jaguar.

En total, compitieron 19 pilotos, entre los que sobresalían dos de los mejores de toda la historia del automovilismo, como fue el incombustible Juan Manuel Fangio, entonces con Maserati, y el británico Sterling Moss, con Ferrari.

No cabe duda del éxito del a primera edición, puesto que el evento mantuvo en vilo a más de 150.000 espectadores, ¡una pasada!

Fangio vence, pero Portago se gana al público

La primera edición finalizó con una victoria de Fangio, en el mismo año que consiguió su quinto y definitivo título mundial. Sin embargo, no lo tuvo nada fácil. Tal y como se puede leer en las reseñas de la carrera de 1957, Fangio partió octavo, mientras que tomaron ventaja pilotos como Alfonso de Portago, Moss y Carroll Shelby.

El piloto español fue la sorpresa de la carrera, aunque finalmente perdió debido a un problema en boxes, que retrasó su reincorporación a la competición, a falta de 21 vueltas. Terminó tercero, tras Fangio y Shelby. A pesar de ello, se ganó el cariño del público, el cual lo vitoreaba a su paso.

A bordo de su Ferrari 857, Alfonso de Portago se consolidó como el piloto más popular en Cuba. Precisamente, en nuestra tienda online tenemos el coche en miniatura 1/43 de ese precioso coche de competición, con el número 12. ¡Puedes conseguirlo aquí!

Del secuestro de Fangio, a un accidente contra el público

1958 fue un año mucho más convulso para el Gran Premio de Cuba. En esos momentos, el régimen de Batista estaba próximo a su caída. A pesar de ello, se celebró la segunda edición y en el mismo escenario, el 24 de febrero.

El II GP de Cuba será recordado por el secuestro de Fangio, horas antes de la disputa del mismo. El piloto argentino se hospedaba en el Hotel Lincoln de La Habana, cuando un hombre armado, vinculado a la Revolución Cubana, lo secuestró.

A pesar de la noticia del secuestro de Fangio, el gran premio se disputó, solo con hora y media de retraso. Con la ausencia del argentino, Sterling Moss y su Ferrari eran prácticamente imbatibles.

Sin embargo, la carrera duró mucho menos de lo esperado, debido a una tragedia. En la sexta vuelta, el Ferrari de Armando García Cifuentes, de la Escudería Cubana -creada para este evento- impactó contra el público, provocando la muerte de 6 personas e hiriendo a otras 40.

Tras este brutal accidente, se sacó la bandera roja y se dio por finalizada la carrera, declarando como vencedor a Moss.

¿Y qué pasó con Fangio? Fue liberado, tras la disputa de la carrera, siendo entregado en la Embajada de Argentina.

El triste final del Gran Premio de Cuba

En 1959, con la llegada de Fidel Castro al poder, se canceló el gran premio, pero volvió de nuevo en 1960.

Esta vez, la prueba era bien distinta y tenía un menor encanto. Así, se celebró en las vías de servicio del entorno del Aeropuerto de Ciudad Libertad, con 50 vueltas, para una distancia total de 260 Km.

Denominado como El Gran Premio Libertad, Moss volvió a vencer, esta vez a cargo de un Maserati, seguido del Ferrari de Pedro Rodríguez de la Vega con su Ferrari 250 TR, y Masten Gregory, con un Porsche 718.

Esta edición fue la última, puesto que el régimen castrista relacionaba este tipo de competiciones con el mundo capitalista, cerrando el vínculo de Cuba con la Fórmula 1. Durante las últimas 2 décadas, ha habido rumores para que la Fórmula 1 volviera a pisar la isla, ¡pero de momento han sido solo rumores!

El Gran Premio de Cuba fue realmente efímero y convulso, con numerosos sucesos trágicos. Sin embargo, es cuanto menos sorprendente ver como hacía 50 ó 60 años, la ciudad de La Habana albergaba una competición automovilística de primer nivel, ¿quién lo podría imaginar?

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