La Historia del Ford GT40 y  Ken Miles

Hay historias que cambian totalmente la historia de la automoción. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en  un automóvil que revolucionó, por completo, la carrera de resistencia más mítica: Le Mans y el Ford GT40.

Es probable que ya sepas mucha acerca de este maravilloso coche de competición, sobre todo gracias a la película “Le Mans 66” o “Ford Vs Ferrari”, como se conoce en otros países. El film se centra en Ken Miles, por muchos un gran desconocido que consiguió una tarea casi imposible: desbancara Ferrari de su dominio en Le Mans.

Por cierto, si queréis saber más sobre la carera de resistencia, por antonomasia, en este artículo os hablamos sobre las 24 Horas de Le Mans.

Pues bien, en este artículo nos queremos centrar precisamente en cómo se gestó este increíble automóvil y quién era Ken Miles, ¡seguro que os quedáis maravillados!

Fotografía: Sicnag

Ken Miles, el gran desarrollador de coches (e ingeniero de tanques)

Nacido a finales de 1918, en Inglaterra, Ken Miles pronto empezó a destacar por sus conocimientos de mecánica. A pesar de no ser un gran estudiante, con 15 años ya comenzó a demostrar sus cualidades, modificando un Austin 7 Special, con el que llegó a competir, y comenzando a trabajar para Wolsesey Motors.

Posteriormente, fue destinado a la Segunda Guerra Mundial, donde se encargó de reparar tanques dañados, llegando a ejercer como sargento del batallón de ingenieros.

Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó con su pasión por el automovilismo. Compitió para grandes escuderías de la época como Alfa Romeo o Bugatti, consiguiendo gran reconocimiento en las carreras de subida inglesas, pilotando un Frazer-Nash, al que le incorporó un motor Mercury V8 de Ford.

La llegada de Miles a Estados Unidos

A pesar de ello, la crisis de la postguerra y el poco auge de las competiciones profesionales hizo que Miles buscase otros lugares donde desarrollar su carrera. En el punto de mira, estaba cruzar el charco. Este salto lo dio en 1951, yéndose a vivir a California, donde comenzó a trabajar para Gough Industries y a competir con MG.

Pronto  comenzó a despuntar en las competiciones SCCA, ganando 14 carreras consecutivas, en la categoría de motores inferiores a 1.500 CC. En los siguientes años, ya corriendo para Porsche, con un 550 Spyder, como con sus propias creaciones, como el the Pooper, combinando el monoplaza Cooper, con el motor del Porsche 550 Spyder.

Fotografía: Raycrosthwaite

Precisamente, el éxito en los coches híbridos que fabricada Miles hizo que Porsche le vetara. No estaba bien visto que, con un mismo motor, Miles le sacara mejor rendimiento a monoplazas con otra carrocería ;)

Sin embargo, todo cambió cuando Carroll Shelby se fijó en el trabajo de Ken Miles. El piloto, ya retirado por motivos de salud, modificaba coches de AC Ace y consiguió un acuerdo con Cobra, con el que poder hacer frente a Ferrari. Seguro que ya te imaginarás cuál fue el resultado: el maravilloso AC Cobra. En 1963, decidió incorporar a Miles como miembro de Shelby American Inc., ¡todo un acierto!

Miles comenzó a trabajar como piloto de pruebas para la compañía, ejerciendo un papel fundamental en el desarrollo de numerosos coches, tanto para carretera, como para carrera. Participó, en el desarrollo con los Cobra 427 y 289, además del Shelby Daytona Coupé, el Ford Mustang Shelby GT 350 y, cómo no, el Ford GT40.

Ford GT40, la gran obra de Ken Miles

Miles consiguió una gran fama en Estados Unidos, consiguiendo que el Mustang Shelby GT350 consiguiera ganar sus primeras carreras. Sin embargo, Le Mans, la carrera por excelencia de la época, seguí siendo territorio de Ferrari.

En la década de los 60, Ferrari había conseguido 6 victorias consecutivas en Le Mans. Ya fuera con los modelos TR60 y TR61, el 250P o 275P, no tenían rival. Más dolorosa fue la derrota de 1965, con el Ferrari 250LM, ante un Ford GT40 que todavía tenía mucho que ofrecer y que utilizaba la base del Lola Mk6. De ahí que el coche resultante se denominara Ford GT40 MKII.

Por cierto, en 4318 Cars tenemos el Ferrari 250 LM con el que Jochen Rindt y Masten Gregory se alzaron con la victoria de 1965, ¡un coche irrepetible!

Henry Ford II decidió cambiar la estrategia en la categoría absoluta de Le Mans. No en vano, Cobra había conseguido vencer a Ferrari en la categoría GT, por lo que confió en su departamento las mejoras del Ford GT40, con Shelby y Miles.

Pronto, Ken Miles empezó a ver diferentes deficiencias del GT40. Sí, tenía un grandioso motor, pero le faltaba fiabilidad, clave para aguantar una carrera de 24 horas. En un tiempo récord, Miles mejoró la aerodinámica del coche y la resistencia de los discos, con los que poder domar los 390 CV de su motor de 7 litros.

El Ford GT40 MKII en Le Mans

Hasta 8 Ford GT40 dieron salida en Le Mans, incluido Ken Miles, que pilotaba con 48 años y con una oportunidad única de conseguir la triple corona de la resistencia, pues se había hecho con las 24 horas de Daytona y las 12 horas de Sebring.

Desde el primer momento, Ford mostró un dominio absoluto de la prueba. A mitad de prueba, estaba más que clara que la escudería se haría con la victoria. Sin embargo, el final fue muy polémico.

Fotografía: Zantafio56

Ken Miles, junto con Denny Hulme, lideraba la prueba, a falta de dos vueltas, secundado por otros dos Ford: el número 2, conducido por Bruce McLaren y Chris Amon, así como por el Ford de Ronnie Bucknum y Dick Hutcherson.

Debido a que las últimas vueltas eran todo un paseo militar, por parte de Ford, Henry Ford tuvo la idea de que los tres llegaran junto a meta. La idea inicial era que hubiera un empate y conseguir una “foto finish” irrepetible en Le Mans. Viendo el final, sus cálculos fallaron.

Miles ralentizó su ritmo, mientras que McLaren, debido a la inercia, consiguió pasar por delante, por muy poco. Para más inri, el sistema para determinar el ganador en Le Mans se mide por distancia y el coche de McLaren había partido 20 metros por detrás.

Por lo tanto, Bruce McLaren y Chris Amon se alzaron con la carrera, en detrimento de Ken Miles, ¡toda una injusticia!

Fotografía: Zantafio56

En 4318Cars, tenemos la réplica de uno  de estos coches que han marcado un antes y un después. Se trata del Ford GT40 de McLaren y Amon.

Esta injustica hizo que Ken Miles fuera, hasta no hace mucho, un personaje poco conocido en el mundo del automovilismo, a pesar de rozar una gran hazaña en las competiciones de resistencia. Más aún, consiguió desarrollar un coche que arrasó durante 4 años consecutivos en Le Mans, ¡casi nada!

Ken Miles falleció, precisamente, probando uno de los coches, donde realizaba pruebas de aerodinámica. Tras su muerte, decidieron instalar una jaula protectora y que, hoy en día, sigue siendo tremendamente útil.

Ken Miles, para los conocedores del mundo del automovilismo, fue mucho más que un piloto. Se convirtió en una de las grandes figuras que, fruto de su conocimiento en pilotaje y mecánica, consiguió mejorar notablemente todos los coches que condujo.

Un beneficio para sí mismo, pero también para las escuderías con las que competía, al nivel de otros grandes pilotos, como Nikki Lauda, o Michael Schumacher. Un piloto con una gran historia que, por desgracia, no vio recompensado todo su esfuerzo.

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