Mercedes W125, un coche de récord en los años 30

Ya, de por sí, nos sorprendemos cuando vemos que un Fórmula 1 alcanza los 350 km/h. Ahora, ¿te imaginas que hubiera coches que alcanzaran esa velocidad en los años 30? ¡Pues sí, los había!

Es más, en este artículo os queremos hablar de uno de los coches más míticos de la historia. Un coche que, en su versión “mejorada” consiguió un récord que no fue batido hasta 79 años después. Un coche que demuestra que los avances técnicos en la época eran mucho mayores de lo que podríamos llegar a creer. Hablamos del Mercedes W125.

Autor de la Fotografía: Neil (Licencia Creative Commons)

Un vehículo repleto de récords y que marcó un antes y después en el mundo de la competición automovilística. Un coche que no podía faltar en nuestro catálogo 4318Cars. Se trata del Mercedes W125 con el que Rudolf Caracciola vención en el Gran Premio de Alemania y que puedes adquirir aquí.

Origen del Mercedes W125

Para conocer el origen de esta impecable máquina, había que entender la trayectoria de Mercedes en las competiciones, en la época. En los años 1934 y 1935, el Mercedes W25 había conseguido grandes éxitos, pero en 1936 se atisbaba un cambio de liderazgo, donde el campeonato europeo estaba en manos de Auto Union y los Alfa Romeo 8C/35.

Desde la escudería alemana, se propusieron crear un nuevo bólido y contaban únicamente con una limitación: el peso en vacío, el cual no podía exceder de 750 kg. Teniendo en cuenta esta limitación, en el departamento de Mercedes se propuso dejar casi la tercera parte del peso para un motor de gran potencia y una reducción en el peso del chasis, dando como resultado el mayor superdeportivo de la época.

Características y Prestaciones del Mercedes W125

Con estas pretensiones, Mercedes incorporó al coche un motor de hasta 5,7 litros y 8 cilindros en línea, sobrealimentado por un compresor Roots. El peso total del motor ascendía a 220 kg, casi el tercio del máximo exigido para correr en los campeonatos europeos.

Por otro lado, el chasis fue construido en una aleación de acero con níquel-cromomolibdeno, con el que se conseguía reducir enormemente el peso del mismo, mientras que se modificó la suspensión para mejorar el agarre del vehículo.

El resultado de todas estas modificaciones fue sencillamente brutal. El Mercedes W125 conseguiría una potencia de 592 CV, una potencia que no se volvería a alcanzar hasta la llegada de los motores turbo a la Fórmula 1, ¡en la década de los 80! Gracia a ello, la velocidad punto del Mercedes W125 era impresionante: ¡330 km/h!

Éxito del Mercedes W125 en 1937

Mercedes se presentó con el W125 al Campeonato Europeo con pilotos de gran renombre, entre los que destacaban Hermann Lang, Manfred von Brauchitsch y, sobre todo, el aclamado Rudolf Caracciola.

De las 5 carreras, Mercedes no pudo ganar únicamente en el Gran Premio de Bélgica, donde consiguió ganar Auto Union, el “archienemigo” de Mercedes, debido a errores mecánicos de los coches. Sin embargo, en las otras 4 carreras no tuvieron rival. Caracciola ganó los grandes premios de Alemania, Suiza e Italia. Ese año ,también consiguió la victoria en otros grandes premios no puntuables, como el AVUS de Berlín, el Gran Premio de Checoslovaquia.

Para este tipo de competiciones, se modificó el Mercedes W125, alargando el chasis y realizando mejoras aerodinámicas, consiguiendo alcanzar los 380 km/h en el circuito de AVUS, ¡una auténtica pasada!

El dominio del Mercedes W125 fue tan espectacular que, para la temporada siguiente, se añadió una nueva limitación a los vehículos: su motor no podía exceder los 3.000 c.c., lo que inhabilitaba, de por sí, la principal virtud de este bólido: su impresionante motor.

El Mercedes W125 Rekordwagen

Mercedes, con la nueva normativa, tuvo que trabar rápidamente en un sucesor del W125. En este caso, le sustituiría el Mercedes W154. Sin embargo, en 1938 también se realizaron algunas modificaciones en el W125, buscando otro tipo de retos, más allá de las competiciones automovilísticas. Un reto más impactante, conseguir el coche más veloz de la historia.

Por eso, sobre la base del Mercedes W125 se evolucionó al W125 Rekordwagen. El motor seguía teniendo un cubicaje similar, de 5.600 c.c., pero en este caso montaba un motor V12 y sobrealimentado por dos compresores.

Autor de la fotografía: Big Ashb (Licencia Creative Commons)

Gracias a ello, se elevaba la potencia hasta los 736 CV. El motor incluía un radiador de 500 litros de capacidad con hielo y agua para evitar el sobrecalentamiento del mismo.

Sin embargo, el cambio más notable se producía en el exterior, buscando la mayor aerodinámica posible y cubriendo, por completo, el automóvil. De hecho, los ingenieros consiguieron reducir la resistencia aerodinámica del automóvil a un coeficiente de 0,157 Cd. Habían creado “el coche del futuro”.

El 28 de febrero de 1938, Rudolf Caracciola -¿quién si no?- se puso a bordo de este espectacular coche, en la carretera que une Frankfurt con Darmstad, siendo conocida hoy en día como parte de las carreteras Autobahn alemanas.

A pesar de que el coche, a elevadas velocidades, llegaba a levantarse la parte trasera del vehículo, llegó a alcanzar una velocidad media de 432,7 km/h, durante un kilómetro entero. Una velocidad estratosférica, récord de velocidad en carretera pública. La hazaña fue tal que se conoció como “el récord eterno” y lo llegó a parecer.

No fue hasta el año 2017 que no se rompió este récord por el Koenigsegg Agera RS, alcanzando los 445 km7h. Sin embargo, el récord que consiguió Mercedes con el W125 Rekordwagen sigue siendo, a día de hoy, una marca inexplicable por la época en la que se produjo. Un récord impresionante para un coche inigualable.

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